LAS FORMAS DE CULTIVO Y
LA PROPIEDAD DE LA TIERRA
LA PROPIEDAD DE LA TIERRA
En esos tiempos (alrededor del 200 a.C) el trabajo agrícola era sencillo y para realizarlo se utilizaba la vara del sembrador o coa, entre otros instrumentos no tan importantes. Después de un tiempo, la población aunmentó en los pueblos mesoamericanos y tuvieron que incrmentar la producción y se recurre a nuevas formas de cultivo.
Así que en Teotihuacán y Oaxaca se utilizan los primeros sistemas de riego (muy primitivos) y descubren el sistema de terrazas. En esa época la coa siguió siendo el instrumento fundamental del campesino.
Los mexicas crearon una peculiar forma de cultivo mediante las chinampas; parcelas de tierras flotantes que se fijaban al fondo del lago mediante la siembra de árboles de raíces profundas. Estas, las cuales todavía existen en Xochimilco, ofrecieron muchas ventajas por su humedad y el tipo de tierra que le dan a las siembras; a esto se le nombra cosechas abundantes.
El gobierno, sacerdotes, se ocupaba de repartir las tierras entre la población, que eran trabajadas por labradores, los cuales se distribuían la producción para satisfacer sus necesidades y los excedentes eran administrados comunitariamente.
El gobierno también le repartió tierras a familias o grupos para ser beneficiados con el producto que se sacara de ella, y no había propiedades privadas.
Se sabe que existieron diferentes tipos de tierras; en primer término, las del tecpantlalli, trabajadas por los labradores y cuyo producto se destinaba al sostenimiento del palacio; las del milchimalli o yaotlalli, que beneficiaban a los altos jefes del ejército, las del teotlalli, cuyo cultivo se encargaba a los miembros del consejo (Tlalocan).
Estas tierras eran trabajadas por macehuales, pagando su tributo al Estado.
Para la población de labradores solamente había dos tipos de tierras, el tlalmilli, chinancalli o milpa, pequeña parcela familiar ubicada en los calpullis o barrios y que sólo pertenecían en usufructo al macehual, y tenía que cumplir con una severa reglamentación que lo obligaba a cultivarla constantemente, pues si dejaba de cultivarla por dos años consecutivos, le era retirada para entregarla a otra familia de labradores.
Para la población de labradores solamente había dos tipos de tierras, el tlalmilli, chinancalli o milpa, pequeña parcela familiar ubicada en los calpullis o barrios y que sólo pertenecían en usufructo al macehual, y tenía que cumplir con una severa reglamentación que lo obligaba a cultivarla constantemente, pues si dejaba de cultivarla por dos años consecutivos, le era retirada para entregarla a otra familia de labradores.
El otro tipo de tierras era el altepetlalli, localizadas fuera del islote y generalmente arrebatadas a los pueblos ribereños; se crearon para aumentar con su cultivo los recursos de cada calpulli; por ello eran trabajadas en común por macehuales y los frutos obtenidos se almacenaban en el petlacalco, con el fin de contribuir a los gastos del calpulli o para auxiliar a la población en los casos de mala cosecha, miseria o hambre.
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